Desempeño de Apple revela cinco tendencias del mercado

Economía & Banca, por la Licda. Guadalupe Urbáez, 17 de mayo, 2018, Santo Domingo DN.-Warren Buffett ha dicho que ojalá hubiera comprado aún más acciones de Apple. Goldman Sachs está lanzando una nueva tarjeta de crédito con el titán tecnológico. Y en las próximas semanas, dependiendo de lo que ocurra en los mercados, es posible que Apple se convierta en la primera compañía del mundo con una capitalización de mercado de US$1 billón.

Pero, aunque no suceda, Apple ya es una empresa ejemplar. Sólo tienes que estudiarla para comprender las cinco tendencias más significativas del mercado hoy en día.

La primera es la ingeniería financiera. Al igual que la mayoría de las compañías multinacionales más grandes y rentables, Apple tiene mucho efectivo — US$285 mil millones — además de una gran cantidad de deuda (cerca de US$122 mil millones).

Eso se debe a que, como casi todas las otras grandes y ricas empresas, ha depositado la mayor parte de su efectivo adicional en carteras de bonos en el extranjero en los últimos 10 años.

Al mismo tiempo, emitió deuda a tasas bajas realizar una gran cantidad de recompra de acciones y pago de dividendos desde la crisis financiera. Apple es responsable por aproximadamente una cuarta parte de las recompras de US$407 mil millones anunciadas desde que se aprobó la ley de impuestos de la administración Trump en diciembre.

Pero las recompras han ayudado principalmente al 10 por ciento de la población que posee 84 por ciento de todas las acciones. El hecho de que las recompras de acciones se hayan convertido en el principal uso de efectivo corporativo durante más de una década ha impulsado a los mercados.

Pero también ha aumentado la brecha de la riqueza, la cual, según muchos economistas, no sólo es el factor más importante en un crecimiento tendencial más lento comparado con niveles históricos, sino que también está impulsando el populismo político que amenaza al sistema de mercado en sí mismo.

Ese fenómeno se ha acelerado por una segunda tendencia personificada por Apple: el aumento de los intangibles como la propiedad intelectual y las marcas (la compañía tiene una abundancia de ambas) en comparación con los bienes tangibles como una proporción de la economía mundial.

La economía digital tiene una tendencia a crear superestrellas, ya que productos como el software y los servicios de Internet son tan escalables y disfrutan de los efectos de red. Pero como Jonathan Haskel y Stian Westlake señalan en su excelente libro, “Capitalism With Capital”, también parece reducir la inversión en toda la economía en general.

Esto no sólo se debe a que los bancos son reacios a darles préstamos a empresas cuyos activos intangibles simplemente pueden desaparecer si no funcionan, sino también por el efecto del ‘ganador se lo lleva todo’ que disfrutan las compañías como Apple (o Amazon, o Google).

Este tipo de concentración de poder que disfrutan las compañías como Apple o Amazon es una razón clave para la tendencia del mercado número tres: los niveles récord de fusiones y adquisiciones.

Muchos de los acuerdos o acuerdos propuestos que hemos visto en los últimos meses — desde T-Mobile/Sprint hasta AT&T/Time Warner, la compra de CVS por Aetna o la compra de Flipkart por Walmart — se tratan de grandes compañías que intentan competir con compañías digitales aún más grandes, que han alterado sus modelos comerciales tradicionales.

Esto se ve claramente en áreas como las telecomunicaciones y los medios de comunicación, donde muchas empresas han asumido importantes cantidades de deuda para crecer y competir en este nuevo entorno de streaming de vídeo y medios digitales.

Parte de esa deuda de alto rendimiento ahora parece inestable, lo que subraya el cuarto punto clave al que hay que prestarle atención en el mercado actual: la próxima gran crisis probablemente no emane de los bancos, sino del sector corporativo.

Históricamente, el rápido crecimiento en los niveles de deuda ha sido el mejor indicador de una crisis. Y este año, el mercado de bonos corporativos se ha disparado, conforme las compañías emitieron una cifra récord de US$1.7 billones el año pasado, y más de medio billón en lo que va de este año. Incluso las empresas mediocres se han beneficiado del dinero fácil. Pero a medida que el entorno de las tasas de interés vaya cambiando, tal vez más rápido de nos imaginamos, muchas empresas podrían ser vulnerables.

Por supuesto, siempre y cuando surja la próxima crisis, el poder deflacionario de la tecnología ejemplificada por compañías como Apple podría hacer que sea más difícil de manejar. Ésa es la tendencia número cinco. La deflación relacionada con el sector de alta tecnología es lo que en gran parte ha mantenido a las tasas de interés tan bajas durante tanto tiempo; no sólo ha restringido los precios sino también los salarios.

El hecho de que las tasas sean tan bajas significa que los banqueros centrales tendrían mucho menos margen para navegar a través de cualquier crisis futura. Apple y los otros proveedores de intangibles se han beneficiado más que otras compañías de este entorno de tasas bajas, deuda barata y precios altos de las acciones en los últimos 10 años. Pero su poder también ha sembrado las semillas de lo que podría ser el próximo gran cambio en los mercados.